Cultivando compasión hacia uno mismo.
Sati
El psicólogo Albert Ellis identificó la autoculpabilización como el origen de aquellas afirmaciones que nos decimos a nosotros mismos cuando creemos haber hecho algo equivocado o cuando a todas luces hemos errado. La autoculpabilización, enfatiza Ellis, es el sendero que lleva directo a la desvalorización. Otro sendero que nos puede encaminar hacia el mismo lugar, muy sutil, es la trampa del desarrollo personal; quedar atrapado en una búsqueda sin fin de “ser mejor persona” y de alcanzar la “perfección”, la "felicidad" y la "figura perfecta" a través de talleres, terapias, dieta, rutina física, etc., y luego darme cuenta que las emociones difíciles, los pensamientos agobiantes y los momentos difíciles no dejan de surgir, que mi cuerpo anda en continuo cambio y nunca estar satisfechos, llegando a luchar contra uno mismo, criticándose permanentemente. Esto puede terminar por destruir la valía de la identidad, deviniendo el auto reproche, ansiedad o depresión.
Muchas veces, en busca de tener una “autoestima alta” podemos también realizar conductas disfuncionales como intentar conseguir autoestima comparándose con el resto y tratando de sobresalir sin importar los medios, tratar mal a los demás, entre otras, para inflar el sentido propio de autoestima y obtener una sensación de estar bien con sí mismo. Y es que al conseguir autoestima valiéndonos de la percepción de nuestras competencias en los diferentes ámbitos de la vida, ésta va a ser inestable, siendo dependiente de los acontecimientos por los que atravesemos.
De todo lo expuesto, se aprecia la necesidad de auto cuidado, de aprender a consolarse y sanarse… de autocompasión. Para muchos de nosotros la autocompasión es difícil de llevar a cabo, quizás porque socialmente existe un estigma asociado a ésta basado en un concepto equivocado de autocompasión, viéndola como lastimas o pena, o simplemente porque no hemos tenido la oportunidad de desarrollar esta capacidad; es así que es más usual la amabilidad, el trato cordial, la delicadeza, la compasión hacia los demás.
La compasión, la cual viene siendo investigada en diversas universidades de prestigio en el mundo, proviene del prefijo “com” que indica acompañamiento y “pasión” cuyo significado origen es sufrir, en este sentido compasión es el acto de unirse con el sufrimiento; la presencia, compañía y cuidado de la compasión son un curativo eficaz, ¿y si empezamos por ser compasivos con nosotros mismos? La autocompasión es ser pacientes con nosotros mismos, es tratarnos de forma cuidadosa y amable, significa aceptarnos incondicionalmente, tolerarnos, comprendernos, amarnos, y también el motivarnos a la acción, a protegernos, a poner límites sanos.
Pero, ¿cómo pasamos de ser duros y críticos con nosotros mismo a ser autocompasivos? Existen varias rutas, he aquí algunas:
Observar cómo es la relación que mantenemos con nuestro cuerpo, pensamientos y emociones, es decir, qué hábitos practico con cada uno de ellos. ¿Duermo las 8 horas necesarias para la salud de mi cuerpo y mente?, ¿me alimento de forma saludable?, ¿practico algún deporte para mantener mi cuerpo saludable y mi mente relajada?, ¿me permito acoger las emociones que me visitan, viviéndolas, dándoles su espacio y momento?
Conocer mis relaciones interpersonales partiendo de cómo escojo y las mantengo: ¿comparto mi vida con personas saludables para mí y para mi desarrollo?, ¿alimento mis relaciones con acciones bondadosas, cuidadosas, amorosas, conversaciones amables?
Practicar afirmaciones de autocompasión en las situaciones que lo requieran, dejando atrás la autocrítica, la severidad con uno mismo, la lucha contra sí mismo, la auto desvalorización, el aislamiento; y pasando a comprender que somos todos seres humanos imperfectos con alegrías y dolores. Algunas afirmaciones pueden ser:
“Me permito sentir de esta manera”
“Esta experiencia es parte de mi humanidad”
“Que pueda ser amable conmigo mismo”
Referencias
Flowers, S., Stahl, B. (2013). Vivir abiertos de corazón. Mindfulness y compasión para liberarnos de la desvalorización personal. Barcelona, España: Editorial Kairós.
Kashdan, T., Ciarrochi, J. (2014). Mindfulness, aceptación y psicología positiva. Las siete bases del bienestar. Barcelona, España: Ediciones Obelisco.